Receta de Roscos fritos de la abuela
Los roscos o rosquillos fritos caseros se caracterizan por ser crujientes por fuera y tiernos por dentro. En cada casa existe una receta propia. En este caso, esta es la receta de roscos fritos de Semana Santa que mi madre nos hacía en tiempo de Cuaresma, cuando nos juntábamos todos en casa, una receta de roscos de anís esponjosos que ya hacía mi abuela. Pero como digo, hay tantas recetas de roscos fritos de pueblo casi como de familias. Tenéis que tener en cuenta que estos roscos fritos de la abuela llevan anís pero podéis prescindir de él, aunque el licor queda muy evaporado al cocinarse a una alta temperatura, como en este caso en esta receta de roscos fritos en sartén.
Es un dulce que no se debería relegar solamente a una fecha concreta del año, pero en este caso así es. Pero en RecetasGratis os contamos cómo hacer roscos fritos esponjosos y fáciles para que podáis disfrutar de ellos todo el año.
Ingredientes para hacer Roscos fritos de la abuela:
Utensilios:
Cómo hacer Roscos fritos de la abuela:
Para preparar la receta de la abuela de los roscos fritos de Semana Santa, primero vamos a batir el huevo con las tres cucharadas de azúcar.
Le incorporamos el aceite (de girasol en mi caso), el anís dulce y los papelillos de gaseosas. Veremos que se forma una espuma blanquecina al remover.
Añadimos la leche y la ralladura de limón e integramos bien.
Ahora, es el momento de añadir la harina pero no la echéis toda, pues iremos viendo la consistencia ya que tiene que quedar una masa un poco pegajosa para los roscos fritos de pueblo. Si necesitáis más harina, podéis añadirla pero tampoco hay que pasarse con ella para que los roscos fritos caseros esponjosos no queden duros.
Truco: siempre será mejor dejar una masa un poco difícil de trabajar.
Añade un buen chorro de aceite de girasol en una sartén amplia y lo vamos calentando. Mientras se calienta el aceite, nos engrasamos las manos con un poco de aceite para poder manipular la masa de los roscos de anís esponjosos que habéis dejado un tanto pegajosa y vamos dándoles forma. Lo mejor es coger una pequeña porción y hacer un agujero en el centro.
Vamos friendo los rosquitos poco a poco, no poner muchos a la vez en el aceite. Primero, doraremos por una cara y luego por la otra.
Una vez tenemos los roscos fritos andaluces, los vamos retirando a un plato con papel de cocina absorbente para que suelten el exceso de aceite.
Y sin mucho tardar, aún calientes, los rebozaremos con el azúcar.
Truco: si los pasáis por el azúcar una vez fríos, los roscos fritos de Semana Santa no tomarán el azúcar, así que siempre es mejor rebozarlos en caliente.
Los roscos de la abuela son para comer preferiblemente el mismo día, pero si os han sobrado podeis guardarlos bien tapados en una lata alejados de la luz directa. No os perdáis tampoco esta receta de roscos fritos de huevo o esta de roscos de vino para probarlos en otra ocasión como la Navidad u otra fecha señalada.
Os espero también por mi blog de cocina y que lo conozcáis: Cakes para ti.
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