Receta de Queque de chocolate blanco

Para hacer este queque de chocolate blanco esponjoso comenzaremos por precalentar el horno a 180 ºC. Mientras tanto, cogemos un molde redondo de unos 24 cm de diámetro aproximadamente o uno rectangular de 25 cm, colocamos en la base un trozo de papel sulfurizado, y engrasamos y enharinamos las paredes con mantequilla y harina, asegurándonos de que quitamos el exceso.

Seguidamente, separamos las claras de las yemas de los huevos con mucho cuidado y mezclamos esta últimas con el azúcar blanco y el azúcar vainillado (o las gotas de esencia de vainilla) utilizando unas varillas de cocina manuales o eléctricas hasta que doblen el volumen. A este procedimiento se le llama blanquear las yemas y es muy efectivo a la hora de conseguir que este bizcocho de chocolate blanco o cualquiera nos quede bien esponjoso.

Por otro lado, montamos la claras a punto de nieve con una pizca de sal hasta que nos queden bien firmes. Este paso también nos ayudará a que el queque de chocolate blanco nos quede muy esponjoso.

A continuación, en un bol derretimos el chocolate blanco y la mantequilla en el microondas o al baño María y lo mezclamos bien. Entonces añadimos las yemas blanqueadas y seguidamente las claras montadas a esta mezcla con movimientos envolventes ayudándonos de una lengua pastelera para que no pierdan el volumen y conseguir una mezcla homogénea, sino el pastel de chocolate blanco fácil no quedará bien.

Después tamizamos la harina con los polvos de hornear o la levadura química y lo añadimos al bol con la mezcla anterior, mezclándolo todo con cuidado lentamente y de manera homogénea para que no nos queden grumos en el bizcocho de chocolate blanco.

Una vez tenemos la masa del queque casero lista, la vertemos sobre el molde que hemos preparado y lo metemos al horno durante unos 45 minutos aproximadamente. Intentad no abrir el horno antes de los 30 minutos para que a la tarta de chocolate blanco le de tiempo a leudar y nos quede bien esponjosa.

Truco: Después de esos minutos podéis abrir el horno e ir comprobando si ya está hecho el bizcocho o se está dorando mucho por arriba. Si es así, bajad la temperatura a 160 ºC o taparlo con papel de aluminio.

Una vez horneado, dejamos que el queque de chocolate blanco se enfríe a temperatura ambiente y entonces lo desmoldamos. Podéis decorarlo con un poco de azúcar glas por encima y una fresas frescas como he hecho yo o también podéis utilizar una cobertura de chocolate blanco para tartas para darle aún más ese sabor.

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