Receta de Pestiños de vino

Pon en un cazo al fuego el aceite de oliva suave junto con una tira de la naranja, deja que se fría la piel un poco.

Incorpora al aceite la matalahúva y el sésamo, remueve y deja cocer durante 1 minuto más. Retira el aceite del fuego y deja infusionar hasta que se enfríe.

Cuando se haya enfriado el aceite, añade en un bol amplio la harina junto con la pizca de sal, el vino blanco, el vino moscatel, 50 ml de zumo de naranja y el aceite infusionado colado. Remueve bien, primero con una cuchara de madera y, después, con las manos. Se debe conseguir una masa homogénea que no se pegue ni en las paredes del bol ni en las manos.

Truco: si la masa te queda pegajosa, añade un poco más de harina. Si por el contrario, te queda muy seca, añade un poco más de vino o de zumo.

Forma una bola con la masa, introduce dentro del bol y cubre con papel film. Deja reposar durante 30 minutos.

Enharina una superficie de trabajo y un rodillo de amasar. Extiende la masa con el rodillo dejándola fina y con ayuda de un cortador haz rectángulos no muy grandes.

Lleva dos extremos de la masa al centro y aplasta con el dedo bien el centro para que no se despegue al freír, dándole la forma típica del pestiño.

Cuando tengas formados los pestiños, añade el aceite de girasol en una olla al fuego y, cuando esté caliente, fríe los pestiños: primero por una cara y, luego, por la otra, dándole la vuelta con unas pinzas con cuidado de no quemarte.

Truco: no pongas muchos pestiños a la vez para que el aceite circule con libertad y se cocinen de forma uniforme.

Ve depositando los pestiños caseros conforme los vayas haciendo en un plato con papel absorbente para retirar el exceso de aceite.

Para proporcionar un baño de miel a los pestiños, calienta, ya sea en un cazo o en el microondas la miel con las cucharadas de agua y baña uno a uno los pestiños con miel de la abuela ayudándote de unas pinzas.

Truco: también si lo prefieres, puedes sustituir el baño de miel por un rebozado de azúcar en los pestiños.

Ya tienes listos los pestiños andaluces de la abuela para servirlos cuando quieras. Debes saber que aguantan bien una semana tapados en una lata o en un bol con una tapa hermética. ¡La mejor receta de pestiños! Cuéntanos en los comentarios tu opinión y comparte con nosotros una fotografía del resultado final.

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Los cinco mandamientos de unos pestiños perfectos

Te proporcionamos los cinco mandamientos para elaborar unos pestiños fáciles y perfectos:

• Usa harina común: Evita harinas especiales como la de repostería, ya que hacen que la masa se encoja al estirarla. La harina común garantiza una textura adecuada.
• Aromatiza el aceite: Infusionar el aceite con cáscaras de cítricos (limón, naranja o mandarina), sésamo y anís en grano mejora notablemente el sabor de los pestiños. Deja enfriar el aceite antes de usarlo.
• Reposa la masa: Para lograr una textura ligeramente hojaldrada, deja reposar la masa al menos 30 minutos. Si la dejas más tiempo, el sabor se intensificará.
• Controla la fritura: El aceite debe estar a temperatura media: ni muy caliente ni muy frío. Así obtendrás pestiños crujientes por fuera e hinchados por dentro.
• Escurre bien el aceite: Tras freírlos, colócalos sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite. Un buen secado evita que queden grasientos.

Además, te proporcionamos más recetas de pestiños para que prepares gran variedad:

• Pestiños extremeños
• Pestiños caseros
• Pestiños cordobeses

Valor nutricional

(por comensal)

• Calorías: 716,3 kcal
• Proteínas: 7,3 g
• Grasas: 42,5 g
• Carbohidratos: 73,8 g
• Fibra: 2,5 g